No recuerdo cuándo ni cómo, llegó un día glorioso en que decidí replantearme mis creencias y el significado de muchas palabras que se dicen y escriben habitualmente. Así llegué a la palabra éxito, que durante años pensé que era un concepto cerrado relacionado con fama y dinero. Afortunadamente hice una buena revisión y llegué a otras conclusiones más personales, basadas en mi experiencia y no en creencias colectivas o diccionarios.
En mi vida, el éxito es algo tan simple como sentirme en “paz”, no sé definirlo mejor pero reconozco la sensación y cada vez es más fácil llegar y permanecer.
En lo profesional tuve que observar atentamente. Encontré pruebas concretas, como cuando me emocioné en directo y cuando vi lágrimas de emoción frente a mí. Esa fue sin duda una señal, mi definición de éxito pasaba por ahí. También la sensación de que todo tiene sentido, la certeza de estar creciendo y aportando. Así que decidí centrarme en esos caminos y olvidar los “oficiales”.
Cuando estoy en un proyecto con más personas es más delicado, como todo lo compartido. No es muy fácil coincidir en objetivos y actitud, y eso a menudo cambia el camino y el resultado. Si yo quiero emoción y significado, mientras a mi lado buscan fama y dinero… nos quedamos a medias, y restamos en lugar de sumar. Al menos esa es mi percepción.
Pero cuando compartimos actitud y objetivos, cuando olvidamos las individualidades buscando el crecimiento colectivo, todo suma y multiplica. Es cuando se produce ese maravilloso efecto llamado “sinergia”, en el que un trío suena como una orquesta, y las personas pequeñitas parecemos enormes. Eso es éxito para mí.
Hace unos días he vuelto a sentirlo plenamente. Fue en una librería, con unas 40 personas de las cuales la mitad eran niños y niñas de 0 a 6 años. Un proyecto nuevo con 2 mujeres sabias y sensibles, que nos tenemos presentes en los ensayos y en el directo. Además tuvimos un regalito inesperado en nuestra primera vez como trío: en un silencio cortito entre cuentos y canciones se oyó una voz que decía “mamá te quiero”. Éxito.
Estoy muy agradecida por este proyecto y estas compañeras, en lo humano y lo profesional. Aunque ellas lo crearon y me invitaron, me ofrecieron libertad de acción, y cada decisión es consensuada. Cada una tiene algo único que aportar y nos escuchamos y apoyamos. Así es como quiero vivir y trabajar, y aunque todo es muy reciente y sólo hemos actuado una vez en público, ya me siento llena y con una sensación interior clara: éxito.